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¿Cómo Ajustamos Instintivamente lo que nos Rodea Para Que se Adapte a Nuestro Propósito?

Updated: Jun 5, 2022

Con comentario de Paula Iturralde Pólit


Hay situaciones en las que deseamos innovar o transformar el ambiente que nos rodea -ya sea físico o social- porque los cambios son necesarios y parte de nuestra propia evolución como personas.


El espacio para compartir con amigos y familia, el lugar de trabajo, un área para relajarnos o para estar solos y un sinnúmero de situaciones en las que nos gusta que se cumplan ciertas condiciones para estar satisfechos y que por lo tanto influyen en nuestro desempeño.


Es por nuestra condición de seres humanos, que buscamos vivir en ambientes que estimulan nuestro estilo de vida y costumbres; estamos constantemente construyendo nuestro nicho ideal.


El término nicho es ampliamente utilizado en ecología. Se refiere al espacio que utilizan las especies para realizar sus actividades y en el que cumplen sus papeles fundamentales como organismos vivos; desde encontrar comida y refugio, hasta la interacción con otras especies (como predación y competencia).


Es ese espacio el que determina la forma de vida de cada especie; están definidos por las condiciones climáticas, y re-definidos por los recursos disponibles que le permiten a cada individuo sobrevivir. Por eso es tan trascendental.



El reconocido ecólogo chileno, Humberto Maturana dice que, los organismos constituyen una relación unitaria de existencia con su nicho, el cual se delimita por la interacción de su conducta con el espacio físico. Ese espacio no pre-existe sino que está moldeado y en constante cambio por su organismo.


En los seres humanos, ocurre algo similar, a fin de cuentas, somos animales y parte de un todo que llamamos naturaleza. Nosotros también creamos nuestro ambiente que surge en relación con las características del medio en el que habitamos y es inevitable que lo transformemos mientras se desencadena una serie de comportamientos que definen nuestra relación con el entorno.




Así, el diseño, la comodidad, habitabilidad, e incluso el espacio que tenemos para interactuar con más personas tendrá un impacto porque nuestra capacidad de convivencia está inspirada en el entorno.


En este contexto, presentamos la propuesta arquitectónica de Esteban Matheus en la comunidad de Mushullakta, que concuerda con la idea de “crear nicho”, en la cual, se integra un espacio planificado para aprender a compartir.



 

A través de Humans for Abundance, estamos aprendiendo que, para regenerar ecosistemas, primero debemos rehabilitar la acción y el papel que cumplen las poblaciones de humanos que viven e interactúan con estos ecosistemas.


Nuestro mejor ejemplo es lo que estamos aprendiendo a través de nuestra asociación con la comunidad Mushullakta, ubicada en la selva amazónica superior de Ecuador.


El Dominio de Mushullakta

Mushullakta, -igual que en el caso en muchas comunidades locales alrededor del mundo- mantienen una lucha contante entre su forma tradicional de ver lo natural y lo humano como indiferenciados, contra la cosmovisión más globalizada de considerar la naturaleza como mercancía.


Cuando los conocimos por primera vez, las familias de Mushullakta habían deforestado partes de su tierra y habían talado áreas de sus "Chakras" de policultivo (versiones contemporáneas de esas tierras forestales domesticadas antes del contacto) para plantar monocultivos de Guayusa.


Después de conocer esta parte de la historia, les preguntamos cómo podíamos apoyarlos. Nos compartieron su deseo de regenerar su tierra porque consideran el bosque como parte de su identidad.


Un Nuevo Ambiente

Mientras describían el futuro que imaginan, tanto para la comunidad como para la tierra, nos quedaba claro que para ellos, la restauración forestal prevalecía como parte de un proyecto más amplio de regeneración social y cultural.


Este futuro incluye programas educativos para que sus hijos adquirieran habilidades en Internet, educación trilingüe, así como el aprendizaje de la medicina tradicional.


Soñaban con una estructura que se convierta en el lugar ideal para tener un vivero de árboles para la reforestación, una casa de huéspedes, un área sagrada para que todas las familias se reúnan en su ritual matutino de Guayusa Upina, además de huertas y jardines que podrían ser utilizados como áreas de juego para los niños.


Todo en un solo lugar, se puede decir que la comunidad tuvo una idea clara de lo que necesitaban desde el principio.


Puma Wasi

Puma Wasi, que significa la Casa del Puma, es el nombre que se le ocurrió a la comunidad para lo que imaginaban. Querían restaurar el hábitat del puma; querían que su tierra recupera la diversidad y abundancia original para que el Puma regresara al bosque. La idea quedó bastante clara; al proteger al puma, indirectamente protegerían a otras especies que conforman la comunidad ecológica.



Con esto en mente, desarrollamos tres fases iniciales para comenzar a hacer realidad esta visión:

  1. Construir un invernadero o vivero, para comenzar a cultivar las plántulas de árboles nativos para dar inicio el proceso de reforestación.

  2. Una construcción polivalente que permita la preparación del suelo para las plántulas y un espacio arriba para la enseñanza de niños y niñas junto a un espacio de oficina.

  3. Crear una estructura más grande que pueda reunir a toda la comunidad, que se puede usar para sus rituales de Guayusa Upina y que con el espacio suficiente para albergar a invitados y voluntarios con quienes compartir el conocimiento de la regeneración forestal.


Fase 1: El Vivero

¡Podemos decir con alegría que el vivero está hecho! Obtuvimos una subvención con Terraformation que incluía un "kit de vivero".


Además del vivero, la comunidad incluyó un sistema de recogida de agua de lluvia. El agua de lluvia recogida se transportará a través de canales a un estanque de peces donde la comunidad criará peces. Los residuos de los peces servirán de abono orgánico para las plantas y los propios peces aportarán valor nutritivo y una dieta equilibrada a la comunidad.


La comunidad ya está utilizando el vivero para organizar sus semillas y cultivar plántulas que utilizarán para restaurar pero también para compartir con otras comunidades.


Fase 2: Una Construcción Renovable

Exploramos el uso de biomateriales que también pueden mejorar las economías locales y renovables. Un material de construcción tradicional que se utiliza mucho en la región es Caña Guadua, una especie de bambú amazónico. Un material muy resistente que ha sido comparado con el acero.

Además, tiene la capacidad de absorber energía y, por lo tanto, es resistente a la actividad sísmica (que no es poco común). Lo mejor es que la Caña Guadua crece (rápidamente) en su tierra, y solo tienen que tratarla con conservantes naturales para que se seque antes de usarla.


Basándonos en el conocimiento de la comunidad sobre cómo emplear caña guadua, desarrollamos una estructura simple que incorporó estrategias tradicionales de construcción de refugios en la selva tropical. Estos incluyen:

  • Un techo inclinado que protege el cobertizo de las constantes lluvias torrenciales.

  • Una estructura elevada para protegerla de la humedad del suelo y otros animales/insectos.

  • Contar con un espacio techado pero al aire libre que permita realizar actividades durante las tormentas y el calor extremo.

El nivel inferior incluye un área cubierta pero abierta en cada uno de sus lados para la preparación y mezcla del suelo, junto a un área de almacenamiento de herramientas debajo de las escaleras.


En el piso superior hay un área donde las propias familias pueden enseñar a sus hijos sobre conocimiento y tradiciones indígenas. También puede funcionar como una oficina cuando sea necesario. Esta área cerrada tiene una división deslizante que se conecta y se expande en un área de terraza cubierta, así se puede convertir en un gran espacio que aún permite la entrada del viento para refrescar el edificio a la vez que brinda protección contra la lluvia.



Estamos explorando el uso de hojas de Pambil y otras fibras vegetales de palmeras locales, tradicionalmente utilizadas como material para techos en la zona. El techo también incorporará una claraboya orientada en sentido contrario al viento y las tormentas predominantes.






Una vez listo el diseño, la misma gente de la comunidad comenzó a construir la estructura, utilizando en su mayoría materiales de origen local. Los cimientos y la estructura principal están listos, y ahora se están agregando las columnas laterales complementarias para mayor resistencia y soporte lateral.





Fase 3: Un Lugar de Encuentro

Estamos buscando la manera de dar forma a su visión para que ésta pueda manifestar lo que son como comunidad y, al mismo tiempo, sea funcional a la hora de enfrentarse a las condiciones climáticas habituales del lugar. Las tormentas frecuentes, el calor y las condiciones de alta humedad aumentan la velocidad de deterioro de los materiales de construcción orgánicos. Por ello, la estructura puede necesitar un mantenimiento más frecuente.



Después de ser invitados a participar de su ritual matutino Guayusa Upina, donde se comparten los sueños que tienen y dan forma a sus días, nos dimos cuenta de que el espacio central de esta nueva estructura debería ser un lugar que permita que este ritual suceda.


Además, tienen un exceso de árboles de Guayusa que necesitan ser utilizados para dar espacio a la regeneración de sus cultivos utilizando su agricultura tradicional. Ahora quieren experimentar con la madera de Guayusa como material de construcción. Esto puede darle un nuevo significado a un doloroso episodio del pasado reciente de la comunidad.


El concepto simple es tomar la relación seccional de una casa tradicional pero diseñarla en un círculo. Esto crea un espacio central interno para la Guayusada y se mantiene la fachada con un ambiente totalmente abierto en todas las direcciones hacia el exterior.


Finalmente, la idea del techo inclinado crea espacio amplio en el segundo piso, donde se pueden acomodar las habitaciones para visitantes, voluntarios e invitados.


Crear un Nicho Único

En resumen, lo que estamos aprendiendo de estas increíbles colaboraciones con comunidades indígenas en la selva tropical junto con nuestra investigación es que el diseño y el urbanismo pueden darse en simbiosis con la Amazonía.


La noción de una Amazonía totalmente prístina no es necesariamente real, pues las comunidades ancestrales han habitado desde cientos de años atrás. Sin embargo, su destrucción implacable es palpable y es vital crear una nueva estrategia para que podamos salvar no solo a la Amazona sino también nuestra propia existencia.


Creemos que el diseño rural puede convertirse en parte integral de un proceso regenerativo social, económico, cultural, ecológico y espiritual en la Amazonía y otros ecosistemas críticos alrededor del mundo.


 

Según Humberto Maturana, nuestra forma biológica de habitar integra nuestra cultura tanto en cuanto conversar y reflexionar forman parte del nicho que habitamos, mismo que puede gatillar cambios estructurales en los seres vivos y/o al revés. Es decir que, así como somos capaces de definir nuestro entorno, el entorno también nos define a nosotros porque hablamos de dos entes que no funcionan de manera independiente. Sin el uno, el otro no existe.


Los seres humanos constituimos nuestro entorno. Así se crea el concepto de autopoiesis que significa “hacerse a sí mismo” porque todo lo que nos rodea influye en nuestras emociones, en nuestra creatividad, en nuestras conexiones con otras personas y en definitiva en nuestra forma de vida.

Esto es precisamente lo que ha logrado Mushullakta con ayuda de Esteban. Aunque el diseño presentado es elaborado por un experto, fueron los mismos habitantes de la comunidad quienes discutieron en grupo para llegar a una idea en común de diseño donde se puedan plasmar sus ideas, sus proyectos y sus sueños. Las ideas fueron adaptadas por Esteban para entregarles un entorno afín a su forma de relacionarse con la naturaleza y en el que podrán desarrollar sus proyectos de restauración.


Nuestro entorno influye en lo que hacemos y es esencial diseñarlo de tal manera que sepamos que es el adecuado para lograr nuestros objetivos.




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